Córcega – la isla verde
Córcega es una isla francesa en el Mediterráneo, situada al oeste de Italia, en el sudeste del continente francés y al norte de la isla italiana de Cerdeña. Alrededor de dos tercios de la isla están constituidos por montañas. Es la cuarta isla más grande del mar Mediterráneo y desde 1798 es parte del territorio francés.
Córcega se asemeja a un continente en miniatura. Ciudades costeras y playas fabulosas contrastan con las sierras, los espectaculares valles y bosques densos. La isla es la segunda más montañosa de todas las islas del Mediterráneo.
La mitad de su superficie está compuesta por vegetación y hay muchos cursos de agua, lagos y ríos, y por ello es conocida como la isla verde.
Aunque sea parte de Francia, es muy diferente del continente en todo, desde las costumbres hasta la lengua.
Con paisajes naturales de granito y pizarra, la isla está llena de rincones secretos. Los impresionantes acantilados del Calanche de Piana, las fascinantes ruinas arqueológicas en Filitosa y la belleza de la reserva de Scandola, son ejemplos de paisajes marcados por el tiempo y esculpidas por el paso de los años.
Kalliste – el nombre dado a la isla por los griegos – atrae a un número creciente de turistas. Córcega es el hogar de edificios históricos excepcionales, iglesias románicas y barrocas y mansiones, convirtiéndose en un lugar fascinante para visitar.
La isla ofrece un amplio abanico de actividades de ocio. Paseos en los jardines, en un pequeño tren para conocer la isla, un Museo de la Tortuga y más. Frente al mar, hay clubes náuticos con una gran variedad de actividades para niños y adultos.
A través de una serie de festivales, celebraciones religiosas, ferias, mercados y eventos culturales, Córcega comparte sus leyendas, tradiciones y la vida cotidiana con sus visitas.